Concepto Kodály
La concepción Kodály en Educación musical se desarrolla en Hungría en la primera mitad del siglo XX y debe su nombre al destacado compositor, musicólogo, lingüista y pedagogo húngaro Zoltán Kodály.
Esta concepción se ha difundido internacionalmente desde el congreso de ISME (International Society for the Music Educaction) organizado en Hungría en 1964 donde se presentó a la comunidad internacional los grandes logros alcanzados en educación musical en las escuelas públicas de Hungría (Szőnyi, 1976).
Es importante aclarar que este enfoque en educación musical se expresa adecuadamente como un concepto o concepción en educación musical y no como el “método Kodály”, lo cual es frecuentemente utilizado; pues Zoltán Kodály no desarrolla una metodología en educación musical específica, sino más bien, establece los principios que sustentan las técnicas de enseñanza musical, el repertorio musical y la progresión de este, además de componer una gran cantidad de música con una finalidad formativa. Son músicos y pedagogos húngaros que a través de estos principios desarrollan e implementan metodologías y su aplicación práctica en las aulas de los jardines infantiles, escuelas, conservatorios y universidades húngaras.
Zoltán Kodály comenzó a formular su concepto pedagógico musical en la década de 1920. Sus principios sociales, estéticos, psicológicos y pedagógicos son los siguientes:
Mientras defendía el lugar legítimo de la educación musical en el currículo escolar, Kodály también luchó por la apreciación de la música entre las artes en la sociedad. “No hay vida espiritual sin música”. “La música es una parte indispensable del conocimiento humano universal”. Es por eso que formuló un eslogan: “¡Que la música sea de todos!”
Cuando se le preguntó a Kodály sobre el momento adecuado para comenzar la educación musical, respondió: “Nueve meses antes del nacimiento del niño,”. Dentro del sistema escolar, “la enseñanza de la música debe iniciarse en los jardines infantiles, de modo que el niño pueda comprender los fundamentos de la música a una edad temprana”, estimulando y desarrollando una audición musical desde la primera infancia.
La primera tarea para el docente de música es “enseñar música y canto en los colegios de tal manera que no sea una tortura sino una alegría, un disfrute para el estudiante; desarrollar la apreciación y el disfrute por la música, un interés que durará toda la vida”.
Según el concepto de Kodály, “la enseñanza en las escuelas mejorará si primero formamos a buenos profesores, que desarrollen la audición del estudiante a través de un conocimiento musical integral”. Por esta razón, es necesario buena música disponible para niñas, niños, y jóvenes y para todos los principiantes en la formación auditiva.
En el siglo de la tecnología audiovisual ha sido bastante obvio que Kodály enfatizó que “solo el ejercicio musical activo puede llevar a alguien a una comprensión y apreciación real de la música. Simplemente escuchar música no es suficiente”. Varias veces enfatizó que “si uno intentara expresar la esencia de esta educación musical, en una palabra, solo podría ser: cantar”. Explicó su opinión con dos argumentos: Primero, la voz humana es el único “instrumento” que está disponible para todos. Segundo, “nuestra era de tecnologización conduce a lo largo de un camino que termina con el hombre mismo como tecnología; solo el espíritu del canto puede darnos otro destino”.
Como señaló Kodály, “la música es un alimento intelectual que no puede ser reemplazado por nada más”, por lo tanto, es esencial que “¡solo el arte de valor intrínseco sea adecuado para los niños!” ¿Dónde podemos encontrar buen material que represente el “arte del valor intrínseco” y, al mismo tiempo, sea adecuado para la actividad musical basada en el canto? La respuesta de Kodály a esta pregunta es que “cada cultura tiene una gran cantidad de canciones que son especialmente adecuadas para la enseñanza. Si las seleccionamos bien, las canciones populares se convertirán en el repertorio más apropiado para el aprendizaje musical.
Estos pensamientos hacen que las ideas de Kodály se abran hacia más puntos: “Si queremos entender a otras culturas, primero debemos entendernos a nosotros mismos. No hay mejor medio para esto que la música folclórica. Conocer las canciones folclóricas de otros países es la mejor manera de familiarizarse con otras culturas. […] sobre esta base se puede construir un acervo musical que sea nacional, pero que también abra el alma a las grandes obras universales “.
“El camino hacia la comprensión profunda de la música está disponible para todos: es lectura y escritura musical”. A través de la alfabetización musical “todos pueden unirse a grandes experiencias musicales”. Por supuesto, todos los elementos musicales deben ser introducidos y practicados. Sugirió practicar el ritmo “mucho antes y mucho más a fondo de lo que se acostumbra hoy”.
Se debe guiar a los estudiantes para establecer una capacidad consciente de lectura y escritura musical: “con la […] solmización se alcanza una lectura visual fluida más rápida. Esto se desarrolla con la solmización relativa , ya que con esta técnica, al cantar el nombre del tono, se define su función en la tonalidad “.
Las habilidades y destrezas musicales también deben desarrollarse mediante el “canto a varias voces, que desarrolla la capacidad de escuchar y apreciar la música y posibilita el acceso a las obras maestras de la literatura universal, incluso a aquellos que no tocan ningún instrumento”. Es por eso que Kodály compuso cientos de ejercicios de canto de dos y mas voces para todos los niveles de educación musical.
Hoy, la creatividad es reconocida como un factor importante de la pedagogía. Zoltán Kodály, ya en 1929, escribió en uno de sus artículos: “todos los niños sanos improvisarían si se les permitiera”, […] pero “difícilmente podrán por ellos mismos, desarrollar un concepto de música “
Según él, “las danzas folclóricas deben ocupar un lugar en la educación física en las escuelas”. Por supuesto, preservar la complejidad de la tradición popular no significa ir “hacia atrás hacia un estado arcaico sino hacia adelante desde la civilización hacia la cultura”.
Su concepto pedagógico también determinó un vínculo entre la base vocal y la enseñanza instrumental: “El que ha sido formado primero en la música vocal y luego en la interpretación instrumental, estará más preparado para comprender la esencia de cualquier tipo de música […] cantando el estudiante adquiere una habilidad de lectura que le facilitará acercarse a las obras musicales tanto vocales como instrumentales “.
Para poder implementar todas estas ideas y desarrollar los objetivos de la enseñanza musical, se debe contar con un cierto número de lecciones de música en el marco de la educación general. El propio Kodály siempre luchó por un mínimo de dos clases de canto por semana tanto en la escuela primaria como en la secundaria. Siendo mejor varias veces a la semana por cortos periodos que una clase de larga duración.
El concepto educativo musical de Kodály se conoce como un enfoque en la educación general. Es cierto porque pretendía una cultura musical real para todas y todos y también generar un gran público exigente en lo artístico. Pero no podemos olvidar que, como profesor de la Academia de música, también hizo mucho por la formación de los músicos profesionales y prestó atención a los estudiantes de música altamente talentosos. En uno de sus discursos en la Academia de Música de Budapest (1953), describió una demanda multifacética de profesionales: “Las características de un buen músico se pueden resumir de la siguiente manera:
Un oído bien formado,
Una inteligencia bien formada,
Una mano bien formada.
Un corazón bien formado,
Los cuatro deben desarrollarse juntos, en equilibrio constante. Tan pronto como uno se queda atrás o se adelanta, se perderá el equilibrio […] la solmisación, la ciencia de la forma y la armonía juntas enseñan los primeros dos puntos. Para completar esta enseñanza, una experiencia musical lo más variada posible es indispensable; sin tocar música de cámara y cantar en coros, nadie puede convertirse en un buen músico